¿Por qué engordamos?:

Por simplificar engordamos porque día a día la ingesta abusiva de calorías y la falta de actividad física hace a nuestro cuerpo acumular aquello que no le hace falta, ya que en algún sitio lo tiene que guardar.

El factor genético influye. El número y tipo de células que almacena la grasa y el ritmo metabólico es algo crucial en un organismo, de ahí que a unas personas le sea más fácil engordar que a otras.

Evidentemente nuestras características hereditarias no son susceptibles de ser cambiadas. Si venimos de una familia con tendencia a la gordura, tendremos genes con esa información, eso nos acompañará durante nuestra vida, pero, cambiando los otros factores le ganaremos la lucha al sobrepeso.

Cuando hablamos de malos hábitos alimenticios me refiero a comer abundantemente, saltarse las comidas, consumir muchos alimentos ricos en grasas o dulces, no tener horario para las comidas, evitar abiertamente nutrientes bajos en calorías, como verduras y frutas.

Los hábitos de alimentación sí que es algo que esté en nuestras manos controlar. Un alto consumo de grasas y calorías van a hacer que día a día nuestro organismo acumule energía que no necesitamos, y eso se traduce en más kilos. Pasarse a la fruta, cereales, hortalizas y verduras mayormente es la mejor opción.

Por supuesto los hábitos de actividad física también influirán. Está más que demostrado que una actividad física frecuente ayuda a mantener el peso, ya que gastamos parte de la energía que ingerimos y que de no ser así se almacenaría un día tras otro.

La clave está en modificar los hábitos sedentarios de vida y ocio y transformarlos de forma que se incremente nuestro nivel de actividad física y deporte. En el caso de los adultos sedentarios que llevan mucho tiempo sin hacer ningún tipo de ejercicio es conveniente que comiencen poco a poco. Hay infinidad de opciones y deportes para realizar ejercicio físico, solo se trata de VOLUNTAD.

Otro de los fenómenos que suelen llevarnos a engordar es saltarse comidas. Muchas personas se saltan comidas por lo cual acumulan hambre durante el día hasta que llegan a la comida o a la cena con un hambre voraz, que les impide tener en cuenta las calorías reales que se están metiendo para el cuerpo, y que suelen ser muchas más de las que se imaginan.

Las meriendas saludables te pueden ayudar a no comer de más a la hora de sentarse a almorzar o cenar. Planificarse con las comidas y no saltarse ninguna te ayudará a mantener un equilibrio y sobretodo concientizarte en lo que comes, cada cuanto lo comes y las cantidades que comes, esto te aseguro que te servirá de mucho.